— ROMA—
UNA ÉPOCA SANGRIENTA
Para el siglo I a. C, el imperio romano ya se había apoderado de una gran parte de la actual Europa, una victoria alcanzada gracias a la letalidad de su fuerza militar, derramando sangre y apoderándose rápidamente del territorio, una serie de victorias alcanzadas por la estrategia, las armas y el numero de soldados romanos.