Coriolano en la Política Romana
Cayo Marcio no solo era un exitoso militar, su poder en Roma fue creciendo tras cada victoria; no existía romano que no reconociera el nombre de este legítimo héroe. Desde que fue un senador romano, su nombre adquirió mérito ante los ciudadanos, quienes tenían el poder de nombrarle cónsul. Ya convencidos por sus heroicas acciones en Corioli, deciden darle su voto, pero mas tarde, apoderados de un odio avivado como el fuego por los senadores enemigos de Coriolano, deciden retirarle toda confianza y desterrarlo de su patria bajo el deshonroso nombre de traidor y tirano.
Esta llama avivada tiene su origen un tiempo atrás, cuando solo los patricios romanos obtenían distribución de trigo, esto obligó al pueblo revelarse contra el poder político de Roma, culpando especialmente a Cayo Marcio como un enemigo que debía ser erradicado.
