Destierro de Coriolano
Al ser acusado de traidor y desterrado de la patria a la que un día protegió, Cayo Marcio decidió desencadenar una sangrienta venganza contra el que el reconocería como un pueblo ingrato con la deuda de probar el sangriento filo de la espada de Coriolano.
Busco alianza con el que un día fue su mayor enemigo, encontró refugio con Ato Tulo Anfidio, líder de los Volscos, este lo recibió y lo nombró como su líder militar teniendo en cuenta sus hazañas en la guerra.
Su Venganza
Tras aliarse con el pueblo volsco, Marcio planeó una venganza contra Roma. Resentido de la traición desencadenada por sus compañeros en el senado, ahora el sería el traidor. Empezó una guerra en la cual arrasaron con gran parte del territorio sin someter a los patricios, solo a la tierra de los plebeyos. En Roma, los plebeyos se negaron a continuar en el combate por lo que solicitaron un tratado de paz y suplicaron a Coriolano que defendiera a la que una vez fue su patria, pero Cayo Marcio se negó exigiendo que Roma devolviese todos los territorios conquistados a los volscos, todo parecía perdido en Roma hasta que decidieron ir las mujeres casadas de Roma, entre ellas la esposa y la madre de Coriolano, acompañadas de sus dos hijos pequeños y suplicando lograron convencerle.